Los niños nacen con muchísimas capacidades que les servirán a lo largo de su desarrollo, pero en ocasiones se presentan dificultades que les impiden seguir avanzando: problemas en la eliminación de esfínteres (enuresis o encopresis), problemas de relación social, problemas de ansiedad, miedos (oscusridad, ruidos fuertes), ansiedad por separación,trastornos obsesivos, trastornos de alimentación, déficit de atención e hiperactividad...

La psicología infanto-juvenil estudia el comportamiento de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia. Uno de sus objetivos consiste en explicar las semejanzas y las diferencias entre los niños, así como su comportamiento y desarrollo.

La tarea del psicólogo en esta área consiste en trabajar una serie de problemas (sociales, emocionales o de aprendizaje) utilizando distintas técnicas y estrategias de intervención.

Si has intentado dar solución a algunos de estos problemas sin éxito, puede que sea el momento de pedir ayuda profesional.